Castilla y León: suspenso en reciclaje

Valladolid

La normativa europea de reciclaje -Directiva (UE) 2018/851 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018- establece que en 2025, los países que conforman la Unión deberían haber llegado al 55% de tasa de reciclaje. Sin embargo, la Agencia Europea de Medio Ambiente ya ha avisado a España de que previsiblemente incumplirá con sus objetivos.

Un buen ejemplo de ello es Castilla y León, cuya tasa de reciclaje se sitúa muy lejos de esa meta dado que nos encontramos por debajo del 20%.

Y eso, según denuncia Miguel Ángel Ceballos, de Ecologistas en Acción, en el Día Mundial del Reciclaje, se debe a un problema de origen: no separamos bien los residuos en nuestros hogares: "El principal problema es la falta de recogida separada de residuos, sobre todo el orgánico; no se está haciendo en las ciudades y mucho menos en el medio rural. Y si no lo hacemos es imposible que cuando los residuos llegan a los centros de tratamientos se consigan separar de forma que se puedan reciclar posteriormente".

Considera de igual forma que las administraciones no han estado acertadas en la planificación de la recogida y tratamiento de residuos; Ceballos señala que ni hay una infraestructura adecuada ni campañas serias de educación y concienciación: "Por un lado, falta de previsión de sistemas de recogida separada de residuos, principalmente de los orgánicos, y también de campañas de sensibilización y educación para la ciudadanía".

No a la incineradora

A pesar de que la Junta de Castilla y León ha negado que se estudie en la actualidad instalar una incineradora de residuos en la comunidad, Ecologistas ha querido manifestar su rechazo absoluto a un proyecto que, advierten, no sería más que la constatación del "fracaso" en las políticas de reciclaje y reutilización de los residuos en la comunidad.

Creen que esta debería ser la última alternativa y sostienen que liberaría sustancias tóxicas al medio ambiente que no tardarían en afectar al entorno y a la salud de las personas: "Todas estas instalaciones están emitiendo al aire contaminantes tóxicos como metales pesados, hidrocarburos aromáticos policíclicos y dioxinas y furanos, que pasan luego a las personas por inhalación e ingestión de alimentos contaminados. El Centro Nacional de Epidemiología ha concluido en un estudio de 2013 que las incineradoras de residuos en España provocan “un notable incremento del riesgo de tumores en la pleura y la vesícula (hombres) y en el estómago (mujeres)”".

Por ello piden al gobierno autonómico que lleven a cabo un nuevo Plan de Gestión de Residuos donde de aborde de manera seria e integral el reciclaje de residuos, con una adecuada estrategia de comunicación y concienciación, así como una infraestructura que facilite el ciudadano la separación de sus residuos.