El fútbol ya no es solo fútbol

León

Sea bienvenido el ascenso de la Cultural Leonesa a la Segunda División de la Liga Española. Mientras dure, los aficionados disfrutarán de una mayor calidad de fútbol y la economía de la ciudad verá aumentados los ingresos de los sectores del hospedaje y la hostelería.

Reconvertido en sociedad anónima deportiva hace más de dos décadas, la propiedad del club pertenece desde el año 2005 al jeque catarí Al Thani. Este es uno de los ya numerosos ejemplos de inversores exóticos extranjeros que ponen su dinero en el mercado del fútbol. Inversiones que van desde los grandes clubs hasta los más pequeños, como es el caso de la Cultural Leonesa.

Dicho esto, no se entienden determinadas conductas de los gobiernos municipales de la capital leonesa para con la entidad propietaria del club. Y viceversa. Faltan explicaciones del alcalde Silván por el ventajoso acuerdo de cesión del estadio. Entre otros parabienes, el ayuntamiento se ocupa hasta de la limpieza de antes y después de los partidos.

Y faltan explicaciones convincentes del viaje pagado al alcalde Díez y señora para visitar la capital catarí en pleno mundial. Un viaje de lujo que huele a prebenda se mire por donde se mire.

De aquel evento se vendió que la empresa catarí ingresaría 350.000 euros en las cuentas municipales, una cantidad destinada a la construcción de un campo de fútbol en el Barrio de San Esteban. De esto hace más de dos años y no hay ni señales de haber movido una palada de tierra.

La vuelta a la división de plata, más exigente en lo económico y lo deportivo, y desde el club ya han iniciado las peticiones de auxilios. Reclaman el uso del campo de Puente Castro para sus entrenamientos y la necesidad de realizar mejoras en las instalaciones del estadio Reino de León. Y en su reciente visita a la Diputación Provincial la consejera ejecutiva del club demandó un aumento en las futuras subvenciones.

Las emociones futboleras no deben tapar las mangas anchas de algunas conductas de quienes gobiernan el dinero público de nuestras instituciones. Una SAD es una entidad jurídica que opera con fines de lucro. Que por muy deportiva que sea no debe tener ni más privilegios ni menos que cualquier otra empresa comercial.