Fernando Gil, Primer Tro de la Comparsa Kábilas: “Es un orgullo y un honor porque es una comparsa mítica”

Ontinyent

En el espacio “SER Festa” de Radio Ontinyent Cadena SER, el protagonismo esta semana ha sido para uno de los cargos más esperados de las Fiestas de Moros y Cristianos 2025: Fernando Gil, Primer Tro de la Comparsa Kábilas. Una figura con una trayectoria de más de tres décadas en la fiesta, que este año asume el liderazgo de una de las comparsas más históricas y queridas del bando moro, con orígenes que se remontan al año 1860.

"Es un orgullo y un honor", afirma Gil al hablar de lo que significa para él estar al frente de los Kábilas. Confiesa sentirse responsable de que todo salga lo mejor posible, pero también ilusionado por la oportunidad. “Intentaré pasar lo más desapercibido posible, y que la gente recuerde lo bien que se lo ha pasado este año, y lo bien organizado que ha estado todo”.

El camino hasta llegar al cargo comenzó en 2015, junto a compañeros. La pandemia obligó a aplazar los planes, pero finalmente este 2025 ha ostentado el cargo de Primer Tro en el año de los Kábilas. “Ya tocaba”, asegura Fernando, quien forma parte de la comparsa desde hace casi 30 años.

Entre los momentos más emocionantes vividos hasta ahora, destaca la espectacular Entrada de Moros y Cristianos, declarada de Interés Turístico Internacional. También recuerda con cariño la subida extraordinaria del Cristo a la ermita de Sant Anna, modificada por las reformas del templo. “Ha sido algo muy diferente, pero muy bonito”, comenta. Fernando también ha representado a los Kábilas en actos como la feria FITUR o la Desfilada del Mig Any.

Con la mirada puesta en Nueva York y el futuro de la comparsa

Sobre la posible participación en la parada del 12 de octubre en Nueva York, explica que aún no ha decidido sumarse, pero confirma que el ambiente en la comparsa es positivo: “Queremos llenar un avión entre músicos y acompañantes. Seguro que con el tiempo la gente se anima”.

Respecto al futuro de los Kábilas, Gil se muestra optimista: “Tenemos mucha gente joven y un ambiente muy familiar”. Mirando hacia la Semana Grande, Gil espera con emoción varios actos, especialmente “la Entrada y la Bajada del Cristo”, aunque también destaca momentos menos conocidos como “l’esmorzar de la Llàgrima”, por su carga emocional. Y hace un llamamiento al público: “Somos los últimos en desfilar. La gente debería quedarse hasta el final. El espectáculo lo vale”.