El abuso de las tecnologías en niños, niñas y adolescentes
Del uso al abuso y del abuso a la adicción de nuevas tecnologías

Psicología con Emilía Cabanes
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Villena
Emilia Cabanes nos propone hablar del abuso de las tecnologías en la infancia y adolescencia.
Según la UNICEF, entre los 0 y los 6 años la tecnología no aporta nada al desarrollo de niños y niñas. Más allá de esto, en contextos en los que se dé un uso, es importante tener en cuenta algunas consideraciones.
Puede decirse que, al nacer, el o la bebé ya está inmerso en la tecnología o al menos observa su uso en el entorno que lo rodea. Sin embargo, eso no significa que sea un experto, ni mucho menos, y no debe nunca estar solo o sola manejando un dispositivo digital. Para que niños y niñas puedan controlar el uso de la tecnología necesitan que ciertas áreas del cerebro estén desarrolladas y durante la primera infancia todavía no lo están.
Por ese motivo, es muy difícil que regulen solos la cantidad de contenido digital que consumen y pueden pasar el día entero frente a una pantalla si un adulto no los supervisa. Además, mientras está frente a la pantalla no realiza otras actividades fundamentales para su desarrollo como el contacto con otros niños y niñas, el vínculo con la naturaleza, la exploración, los tiempos de espera y hasta el aburrimiento. Está comprobado que el exceso de pantallas tiene efectos negativos que pueden ir desde una baja en el nivel de atención hasta una menor empatía.
Por otro lado, en los últimos años el uso y abuso de las nuevas tecnologías y redes sociales, internet, telefonía móvil, videojuegos y televisión se han instalado de forma rápida en nuestras vidas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (2013), el 91,8 % de los niños y niñas entre 10 y 15 años son usuarios habituales de la red.
Para algunos adolescentes y jóvenes la tecnología puede convertirse en una verdadera obsesión. Las redes sociales, internet, videojuegos y juegos online pueden atrapar a la persona en una fantasía que le distancie del mundo real. Como cualquier otra adicción, las nuevas tecnologías generan dependencia y, por lo tanto, acaban condicionando la libertad del ser humano, ya que le apartan de otros intereses y aficiones. Como diría el catedrático de psicología Enrique Echeburúa, "las adicciones, con o sin droga, son una patología de la libertad".
Hoy tratamos el tema en nuestro espacio de psicología