La Reja de San Millán: una ventana a la Álava de hace mil años
Conocemos, de la mano del historiador Isma García, cómo era Álava a través de un documento de 1025

¿Cómo era la Álava de hace 1000 años? : Enseñanzas fascinantes de La Reja de San Millán.
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VITORIA-GASTEIZ
Hace exactamente mil años, en el año 1025, se escribió un documento que ha permitido conocer cómo era el territorio alavés medieval, qué aldeas lo componían y qué impuestos se cobraban en él. Ese documento es la Reja de San Millán, un registro fiscal del monasterio de San Millán de la Cogolla que, pese a sus siglos de antigüedad, nos ofrece mucha información.
El documento forma parte del Becerro Galicano, un códice que recopila numerosos textos medievales. Como explica el arqueólogo Isma, entrevistado en 'Hoy por Hoy Vitoria' para conocer más de este documento: “Es una serie de pergaminos que están encuadernados como en una especie de cuadernillo junto con otros, pero solo unas páginas están dedicadas a este documento que nos interesa de la Reja de San Millán.”
Aunque lo que ha llegado a nuestros días es una copia de otra copia, lo que revela sigue siendo excepcional. “Es como si de repente tú echas mano de un montón de papeles que tienes de la administración de tu comunidad en casa… y decides hacer una copia de seguridad”, añade Isma, subrayando la naturaleza artesanal y manual de la conservación documental de la época.
La reja del arado
La Reja de San Millán no solo recoge topónimos, sino también un sistema de impuestos basado en un bien valiosísimo: la reja de arado, hecha de hierro. “Cobraban en rejas. Y cada pueblo, aquí tenemos Gamarra Mayor, dos rejas, por ejemplo. Gamarra Menor, una reja”, detalla García. La reja no era una unidad fiscal aleatoria: “La reja de arado era la herramienta fundamental para trabajar la tierra… y la metalurgia era tecnología punta”.
En total, el documento enumera 307 pueblos en Álava de los cuales 198 siguen habitados hoy en día. El resto son despoblados, muchos de ellos desaparecidos en la llamada crisis bajomedieval: pestes, cambios económicos o la concentración poblacional en villas como Vitoria-Gasteiz los condenaron al olvido.
Pero ¿por qué el monasterio de San Millán cobraba tributos en Álava? No hay una respuesta definitiva, aunque la hipótesis más aceptada es la de las donaciones de nobles en sus testamentos. “Por tener posibles me garantizo el cielo. Para que los monjes recen por mí, por la eternidad”, resume Isma García.
Los pueblos aparecen agrupados por circunscripciones y en un orden lógico que probablemente responde al recorrido físico del recaudador. “Es como si tú hicieses el orden de la lista de la compra y lo organizases en base a donde tú sabes que están las estanterías”, bromea el arqueólogo. “Había una pequeña comitiva, encabezada seguramente por un monje benedictino y un carro o recua de mulas”, se imagina.
Gastehiz
A nivel lingüístico, la Reja es una mina de oro. Topónimos como Gastehiz, Adurzaha o Lassarte aparecen con grafías antiguas que abren puertas a estudios etimológicos, históricos y filológicos. “Para un filólogo esto es droga dura”, apunta García.
Aunque muchas iglesias actuales datan del siglo XII o XIII, Isma recuerda que en el año 1025 no todas las aldeas giraban en torno a una parroquia: “Nos imaginamos una iglesita y unas casitas alrededor, pero quizás estaban organizadas por clanes familiares”.