“Me preguntaron si era trans por un trauma o abuso”: denuncian trato vejatorio de Osakidetza a personas trans en su proceso de transición
Cadena SER Euskadi accede a un informe- elaborado por asociaciones trans de Euskadi- que denuncia trato inadecuado y listas de espera de hasta 5 años para operarse

“Me preguntaron si era trans por un trauma o abuso”: denuncian trato vejatorio de Osakidetza a personas trans en su proceso de transición
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VITORIA-GASTEIZ
Un reciente informe elaborado por las asociaciones Anitzak, Loratuz Lotu y Lumagorri HAT- al que ha tenido acceso Cadena SER- ha sacado a la luz las graves deficiencias y el trato inadecuado que reciben las personas trans en la Unidad de Identidad de Género (UIG) de Osakidetza, ubicada en Cruces y que, actualmente, atiende a todas las personas de Euskadi. El estudio que tiene como objetivo mejorar la atención que se ofrece desde red de salud pública vasca, se basa en encuestas a 42 personas del colectivo, y revela largos tiempos de espera para poder someterse a operaciones, trato vejatorio e incluso intentos de disuasión en el proceso de transición.
La recopilación de datos busca ofrecer una "radiografía de cómo podía ser realmente la situación" ante la discrepancia entre los datos oficiales y la experiencia de las usuarias en la Unidad de Identidad de Género, apunta Klaudia Ugarte. "La atención dista mucho de los estándares que podrían ser los de una atención profesional, sensibilizada y digna", señala Ugarte que considera que el dato más relevante del informe es que "únicamente el 2% de las personas encuestadas valora positivamente y como ágil" el trato recibido.
Esperas de 5 años
Uno de los hallazgos más alarmantes del informe son los excesivos tiempos de espera para diversas intervenciones quirúrgicas. Ugarte detalló que en el caso de las vaginoplastias, se han detectados esperas "superiores a los 5 años", algo que considera preocupante. Esta dilatación lleva a que "mucha gente se está yendo a la privada", aunque las asociaciones defienden un servicio público digno. Además, el informe recoge casos de personas que han entrado al quirófano "sin saber muy bien de qué le iban a operar" y con una importante falta de información post-operatoria.
El informe también aborda el trato dado por parte de los profesionales, destacando experiencias negativas por parte del servicio que psiaquiatría de la UIG. Según Ugarte, aproximadamente un 33% de las personas encuestadas sintieron que su proceso "se ha obstaculizado, o entorpecido o incluso que ha habido en algunos casos intención de disuasión". Se han documentado comentarios hirientes como "nadie te va a querer" o la exigencia de "perfilar esa identidad difusa". Ugarte destaca el caso de Ren, una persona que "decidió dejar la unidad de género debido al trato recibido porque le pareció tan traumático que decidió no continuar con su proceso". También se han recabado preguntas estereotipadas y binarias como "¿te gusta el fútbol o el patinaje?".
Bryan Altimasberes, de Loratuz Lotu, considera la atención actual como "una atención ineficaz que no cumple ni la normativa estatal ni la propia normativa vasca aprobada en febrero de 2024". Altimasberes critica la "fiscalización de las identidades trans" a través de un psiquiatra que realiza una "verificación" en lugar de un acompañamiento. Relata casuísticas donde se niega el tratamiento por "gordofobia" o a personas no binarias, y apunta a frases tan duras como "jamás será su nombre". Esta situación genera que "la gente va a la unidad de identidad de género advertida, con miedo y mintiendo muchas veces" para encajar en un binarismo de género estereotipado.
Trans por trauma
Iren Ibisate, de Anitzak, coincide en la valoración negativa de la atención señalando que "no estamos muy contentos; queda bastante que mejorar a nivel de acompañamiento psicológico". Ibisate denuncia- en primera persona- ese trato vejatorio. “Me preguntaron si era trans por un trauma o abuso”, apunta. "Ha habido personas a las que les han dicho que ser trans está de moda" y apunta a que muchas quejas- por el trato recibido- no se formalizan por miedo a represalias en el tratamiento.
Ante la futura descentralización de la atención, que contemplada la ley y que llevará a crear dos unidades más, una en Álava y otra en Bizkaia, las tres voces coinciden en la necesidad de unidades con "un trato sensibilizado y que supongan más agilidad de trámites", según Klaudia Ugarte. Altimasberes aboga por "reforzar los servicios de atención primaria", la formación de profesionales y la eliminación del paso psiquiátrico como filtro obligatorio e Ibisate enfatiza en la importancia de la "sensibilidad hacia las personas trans: tiene que haber una formación, un respeto y una escucha activa", permitiendo que las personas trans sean sujetos activos en sus propios procesos. Las asociaciones insisten en su disposición a colaborar en la implementación de estos nuevos servicios.