Deportaciones de migrantes durante el franquismo: "Se creó un discurso que los criminalizaba y los condenaba a la mendicidad"
Aimar Bretos entrevista a Miguel Díaz Sánchez, historiador y autor del libro 'Fronteras de papel. Franquismo y migración interior en la posguerra española'

Las entrevistas de Aimar | Miguel Díaz Sánchez
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Madrid
Por su posición geográfica y sus condiciones socioeconómicas, España siempre ha sido un país muy relacionado con los fenómenos migratorios. Durante el franquismo, los desplazamientos en el interior del territorio fueron numerosos. El trato que les dispensaron las instituciones de la dictadura a las personas que se movieron por España en busca de una vida mejor no siempre fue respetuoso con los derechos humanos. En 'Hora 25', hablamos sobre todo ello con Miguel Díaz Sánchez, doctor en Historia Comparada, Política y Social por la Universidad Autónoma de Barcelona, autor del libro "Fronteras de papel. Franquismo y migración interior en la posguerra española".
"Al terminar la Guerra Civil, el régimen franquista detecta que se ha producido un desorden demográfico. Son miles de desplazados internos, refugiados, militares... E intenta, en su vocación totalitaria de aplicar un control social sobre la población, retomar la situación anterior a la guerra", empieza explicando Díaz Sánchez. ¿Hubo mucha migración interior durante la posguerra? "Sí, y constatada censalmente. Durante los años 60 se articuló un discurso que negaba estos desplazamientos, pero si nos acercamos a los saldos migratorios, observamos que censalmente es el movimiento de población más importante que acontece en España hasta ese momento".
Deportaciones
"Gran parte de la migración se dirigió a las capitales de provincia", nos dice el historiador alicantino. "El pasaporte interno que impedía el movimiento entre provincias fue abolido a principios de 1948, pero esto no significó que terminasen las restricciones a la movilidad. Se mantuvieron restricciones en las ciudades que desembocaron en las deportaciones de migrantes. Se deportaba a la gente a su localidad de origen siempre que llegara a la ciudad sin un contrato de trabajo o sin alguien que pudiera ayudarle en el establecimiento".
¿De qué zonas a qué zonas se deportó a más gente? "Entre 1951 y 1957 localicé cerca de 8.500 registros de personas deportadas. El 48% de esas deportaciones fueron hacia Andalucía", cuenta Miguel. ¿Cómo se hacían esas deportaciones? "Acedo Colunga, gobernador civil de Barcelona, en octubre de 1952, decretó una circular en la que montaba este dispositivo. Cuando la gente llegaba a la estación, se pedía la documentación o si la policía armada veía que esas personas no eran de Barcelona o podía intuirlo, las detenía y las concentraba en un pabellón o en un centro de reclusión y clasificación. Investigaban de dónde procedían y, cuando podían montar un convoy de expedición, enviaban a estas personas a sus localidades de origen".
Es muy llamativo el paralelismo con los discursos de la actualidad: "Se creó un discurso que criminalizaba a los emigrantes y lo vinculaba a la mendacidad. Una mendacidad que era provocada precisamente por las restricciones que el régimen aplicaba a esas personas cuando se asentaban en las ciudades. Con ello el régimen justificaba las deportaciones", explica Miguel Díaz Sánchez.

Josema Jiménez
Periodista de Sanlúcar de Barrameda. Trabajo en la Cadena SER desde 2018. Antes en Hoy por Hoy, ahora...