Defensa trabaja en alternativas tecnológicas para dejar fuera a la compañía israelí Elbit del programa de lanzacohetes Silam
Según han confirmado a la SER desde la Secretaría de Estado de Defensa, la decisión forma parte del plan de desconexión militar de Israel para reducir la "dependencia tecnológica"

El Lanzacohetes israelí PULS diseñado por Elbit

Madrid
El Ministerio de Defensa está decidido a desentenderse de Israel como socio preferente para sus programas militares. La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce ha confirmado este viernes que ya están “trazando los planes de desconexión” de esos programas en vigor para "fomentar la autonomía y no depender de Israel”.
La número dos del Ministerio de Defensa no ha entrado en detalles sobre cómo van a fomentar esa "soberanía tecnológica" que permita desconectarse progresivamente de los programas militares con Israel que siguen en curso. Pero el plan de desconexión ya está en marcha.
Defensa trabaja en dejar fuera a Elbit del programa 'Silam'
Uno de las primeras decisiones de ese plan de desconexión militar de Israel afectará al nuevo Sistema de Lanzacohetes de Alta Movilidad (SILAM) cuya licencia del sistema de propulsión PULS pertenece a la israelí Elbit (proyecto valorado en 576,4 millones de euros), aunque el Ministerio del Defensa tiene plena autonomía porque se ha comprado la Propiedad Intelectual del diseño.
La transferencia tecnológica de la israelí Elbit a España nunca se llegó a producir, ni se producirá. Según han confirmado a la SER desde la Secretaría de Estado de Defensa ya se está "trabajando en una alternativa tecnológica para no recurrir a esta empresa israelí". Esa decisión supone un giro de 180 grados porque hasta ahora, el Ministerio de Defensa consideraba que el sistema de propulsión PULS diseñado por la israelí Elbit era un componente tecnológico que “no era sustituible”, según explicó el Ministerio de Defensa a la SER, motivo por el que decidieron no cancelar ese contrato.
La búsqueda de esa alternativa podría retrasar los planes de desarrollo del programa de lanzacohetes SILAM del Ejército de Tierra, que será gestionado por el Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña 'Galca 63' del acuartelamiento de Astorga. Las pruebas de fuego estaban previstas para mediados de 2025, según informó Infodefensa, mientras el demostrador ya fue entregado al Ejército de Tierra, que aún tiene pendiente recibir la primera sección - formada por tres lanzadores SILAM-.
Defensa firmó su desarrollo y fabricación en España por Escribano (EM&M) y Expal (propiedad de la compañía alemana Rheinmetall). Desde EM&M aseguran a la SER su compañía está “trabajando duro en minimizar” cualquier posible retraso, para ello están “valorando todas las alternativas” para que los “posibles inconvenientes se solucionen rápido”.
Al margen de esta decisión, el Gobierno aún mantiene en vigor al menos dos potentes contratos que rondan los 500 millones de euros para equipar a las Fuerzas Armadas españolas con un moderno sistema de guiado láser para los nuevos Eurofighter adjudicado a la empresa israelí Rafael Advanced Defense System (207 millones), o los nuevos lanzamisiles contracarro Spike que ha ido a manos de Pap-Tecnos (237’5 M).

Javier Bañuelos
Redactor Jefe en la Cadena SER responsable de la información sobre Interior y Defensa. Soy diplomado...