El ejercicio es tan efectivo como los medicamentos para evitar la recaída del cáncer de colon, según un estudio
Los pacientes que siguieron un plan de ejercicios personalizados presentaron un 28% menos de riesgo de desarrollar una recaída y un 37% menos de probabilidades de morir en los años posteriores

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Un ensayo clínico con casi 900 pacientes de seis países ha demostrado que un programa de ejercicio físico personalizado tras superar un cáncer de colon puede reducir de forma significativa el riesgo de recaída o aparición de nuevos tumores, e incluso disminuir la mortalidad. Los resultados se han presentado en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), celebrado en Chicago, y han sido publicados en la revista 'New England Journal of Medicine'.
Ejercicio personalizado durante tres años
La investigación, liderada por el oncólogo canadiense Christopher Booth, se centró en personas con cáncer de colon en estadio 3 (el más común en estos casos) o con un estadio 2 de alto riesgo. Todos los participantes habían completado previamente cirugía y quimioterapia. La mitad de ellos recibió solo un folleto con recomendaciones para llevar una vida saludable. La otra mitad, en cambio, fue incluida en un programa estructurado de ejercicio con seguimiento de entrenadores personales durante tres años.
Los resultados son contundentes: los pacientes que siguieron el plan de ejercicio presentaron un 28% menos de riesgo de desarrollar una recaída o un nuevo cáncer, y un 37% menos de probabilidades de morir en los años posteriores, en comparación con quienes solo recibieron consejos por escrito.
"Esa magnitud de beneficio es comparable, y en muchos casos superior, al que ofrecen algunos de nuestros mejores fármacos contra el cáncer", señaló el doctor Booth. "El ejercicio debería considerarse un componente esencial del tratamiento del cáncer de colon".
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Durante los primeros seis meses, los participantes del grupo activo se reunían cada dos semanas con un entrenador para recibir orientación y realizar sesiones supervisadas. Después, las citas pasaron a ser mensuales durante los siguientes dos años. El objetivo: alcanzar un nivel de actividad equivalente a caminar rápido entre 45 y 60 minutos, cuatro días a la semana.
Para Julie Gralow, directora médica de ASCO, los hallazgos suponen un cambio de paradigma: "A esta presentación la llamamos 'Tan bueno como un fármaco'. Pero yo diría que es mejor que un fármaco, porque no tiene efectos secundarios", afirmó. "Los medicamentos con beneficios similares se aprueban constantemente, y son costosos y tóxicos".
El estudio también refuerza la importancia del estilo de vida tras el diagnóstico. Otro trabajo presentado en el mismo congreso sugiere que las dietas antiinflamatorias —ricas en verduras de hoja verde, café o té— combinadas con ejercicio regular, pueden reducir hasta en un 63% el riesgo de muerte en pacientes con cáncer de colon avanzado.
Con estos datos, los especialistas esperan que el ejercicio físico deje de ser solo una recomendación general y pase a formar parte de las guías clínicas de tratamiento oncológico en todo el mundo.