Boyero se rinde a la que "va a ser una de las películas del año": "Experiencia sensorial"

Hay pocas películas que consigan que Carles Francino y Carlos Boyero hablen de cine casi media hora en la sección semanal del crítico en La Ventana. Sin embargo, lo último de Oliver Laxe, ganador del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, ha conseguido unir la opinión de ambos, que se deshacen en elogios hacia la cinta española.

Sirat es la historia de un hombre y su hijo llegan a una rave perdida en el sur de Marruecos para buscar a su hija y hermana Mar, desaparecida desde hace meses en una fiesta sin fin. Una odisea por el desierto en la que se juntan diversas emociones sonoras y visuales.

Boyero ha descrito sus sensaciones en el cine viendo la película como si hubiera ido a la rave él mismo. "Me tiene enganchado el cerebro, la sensibilidad y hasta otras partes de mi cuerpo. Siento el calor y la angustia. En eso consiste ir al cine. Es muy audaz, debe ser muy complicado rodar algo así", ha comentado el crítico en La Ventana del cine.

Así como con la última de Misión Imposible se fue a mitad de la cinta del cine, con Sirat Boyero se quedó hipnotizado, a pesar de que fue a verla con ciertos prejuicios. "Lo que arde fue una pelicula muy celebrada y a mí no me gusta nada. Reconocí que ese tío (Laxe) tenía un sentido de la imagen muy potente. En Sirat las imágenes tienen tal poderío que atravieso una experiencia sensorial. Estoy hipnotizado con las imágenes y lo que ocurre. Me lo creo todo. Es de verdad y con poder de sugestion", ha opinado el crítico sobre la cinta, a lo que Francino ha añadido que cree que "va a ser una de las películas del año".

Las malas notas de Boyero

Esta semana los jóvenes españoles se examinan de la PAU (comúnmente llamada selectividad), el examen que determinará su futuro universitario. Boyero ha recordado que él en su momento hizo el preu y reconoce que aún no sabe cómo aprobó. "No era muy estudioso. No fue a la primera, pero a la segunda o tercera colé. No sabía que quería estudiar, pero tenía que estudiar algo. Entré en Filosofia y Letras en Salamanca", ha indicado Boyero, que cree que no aprobó ninguna asignatura.

"No le puse ningún interés, fui un desastre, para desgracia de mis padres. Luego me vine a Madrid y entré en la facultad de Ciencias de la Informacion. Conocí a amigos que siguen siendo íntimos, pero tampoco me gustó nada. Los amigos que se presentaban por mí a los examenes me fueron aprobando. Creo que tengo hasta tercero o cuarto de carrera", ha reconocido Boyero en La Ventana.