La advertencia de un experto sobre el uso de pantallas en los niños: "Su coeficiente intelectual ya ha disminuido"

Madrid

Se denomina zombi a alguien que parece estar cansado, distraído y sin energía, motivación, ni interés por lo que lo rodea. Una descripción que, según la última publicación de Javier Albares (médico, especialista en Neurofisiología Clínica), Generación Zombi, retrata bastante bien a quienes podrían considerarse los zombis de la era digital: niños que pasan horas enganchados a las pantallas, restando tiempo a su descanso, sin que ellos ni sus familias sean conscientes del riesgo de adicción que esto supone y del impacto que tiene en su salud física y mental.

"Las consecuencias del uso de pantallas en todos los niveles para esta generación son alarmantes. Si a los cerebros en desarrollo de estos jóvenes les quitamos por culpa de estas pantallas horas de sueño, les sumamos la hiperestimulación del sistema nervioso y la desregulación emocional, tenemos un cóctel perfecto para que ese desarrollo no se produzca como debería", ha comenzado explicando el doctor en La Ventana.

Albares menciona en su libro que toda generación tiene su droga y la de esta generación Z es la adicción al móvil. Sin embargo, con esta dependencia sucede algo que no había sucedido con ninguna otra adicción antes: "Todas las generaciones están enganchadas a esta droga, los adultos también lidiamos con el mismo problema. Deberíamos de ser un ejemplo para los jóvenes, pero hacemos un uso excesivo de las tecnologías igual que ellos y así es imposible hacerles entrar en razón de lo perjudicial que puede llegar a ser", ha comentado el especialista.

Lo primero que se debe tener en cuenta al regular el tiempo de pantalla en los jóvenes es conocer las recomendaciones específicas para cada edad. "Los datos muestran que los adolescentes usan pantallas entre siete y ocho horas diarias, los niños de ocho a doce años unas cuatro horas, y los más pequeños las usan cuando no deberían. Además, en muchos casos, los padres de los menores de cuatro años las ven como un calmante o niñera electrónica", ha manifestado Albares.

Las consecuencias de este uso excesivo afectan a todos, pero en el caso de los niños en neurodesarrollo, estas consecuencias se agravan e incluso pueden llegar a ser irreversibles. "Como adultos debemos protegerlos. Esto puede llegar a provocar, entre otras muchas cosas, más ansiedad, más depresión, menor rendimiento en el colegio e, incluso, menor creatividad", ha contado con preocupación el experto.

Estas consecuencias en el desarrollo no son recientes; la introducción de los televisores en la sociedad ya empezó a generar señales de alarma hace varios años: "El coeficiente intelectual, que hasta los años 90 había ido subiendo 3 puntos por década, se estanca. A partir del 2010, con la introducción de los smartphones, el coeficiente intelectual no solo no ha crecido, sino que ha disminuido", ha explicado Albares.

El autor ha recordado la importancia de tratar esto cuánto antes porque "la infancia se vive solo una vez" y todo lo que los más pequeños dejen de vivir en esta etapa por culpa de las tecnologías, "no podrán volver a vivirlo nunca".

Además, Albares mandaba un mensaje a quienes aún creen que las pantallas guardan únicamente ventajas: "Las pantallas no son biológicas y no las necesitamos para tener una vida saludable. La industria se ha encargado de construir ese mito para distraernos de todos estos problemas y mantenernos más tiempo conectados a todas estas tecnologías". Aunque el especialista ha reconocido que, en la actualidad, son necesarias socialmente hablando.

Los daños causados por el uso de la tecnología en esta generación aún son reversibles, pero "debemos ponernos las pilas", ha finalizado Javier Albares.

Movimiento Off

Hay quienes llevan ya mucho tiempo alertando de estas consecuencias negativas, como el Movimiento Off, un manifiesto respaldado por más de 300 personas y especialistas que pretende alertar a la sociedad de la problemática detrás de un mal uso de las tecnologías. Para ello, han convocado el próximo sábado 7 de junio una concentración por el "Derecho a la desconexión digital". Su impulsor es el escritor Diego Hidalgo, quien ha manifestado en La Ventana su compromiso y apoyo a la causa.