Expectación ante la IA que puede cambiar nuestras vidas...¿a mejor?

Pamplona

¿Qué viene con la IA en los dos o tres próximos años? El cambio en muchos ámbitos laborales y educativos con las posibilidades de la IA puede ser muy relevantes si hacemos caso a los pronósticos de los especialistas. "En dos o tres años, todo va a cambiar", advierte Humberto Bustince, uno de los invitados hoy en La Ventana. Y eso que aun no estamos hablando de diálogos entre máquinas, generando respuestas a problemas y cuestiones planteadas de forma autónoma por esas máquinas o robots. Un foro en un hotel de Pamplona es el escenario en el que los catedráticos Humberto Bustince y Daniel Innerarity analizan las implicaciones actuales y futuras de la inteligencia artificial (IA). Allí, en ese acto organizado por Irujo Etxea Elkarte y Sabino Arana Fundazioa, abordan tanto el potencial de la IA como los riesgos asociados a su uso. Con Innerarity y Bustince hablamos antes de esa conferencia en La Ventana de Navarra.

Bustince, experto en computación y ciencia de datos, relata una experiencia reciente en la que un grupo de investigadores utiliza varias herramientas de IA para generar análisis sociales complejos: “Combinamos cuatro o cinco herramientas, distintos GPTs, y la verdad es que nos dan sopas con hondas a todo lo que habíamos hecho once personas. Es bastante sorprendente”.

Innerarity, filósofo y catedrático de filosofía política, subraya que el verdadero desafío no está en la tecnología en sí, sino en quién la controla y con qué fines: “Yo no le tengo miedo a la inteligencia artificial como tal. Le tengo miedo a la gente que la utiliza con malas intenciones o que quiere suprimir puestos de trabajo de manera injusta y arbitraria. Esto no es tanto un combate humanos versus máquinas, como humanos versus humanos que están utilizando las máquinas con distintos intereses”.

Ambos coinciden en que la creatividad sigue siendo un terreno donde la IA no puede competir con el ser humano. Innerarity explica: “La inteligencia artificial se mueve por patrones. En cuanto no hay patrones, no hay creatividad. Una tesis doctoral, por ejemplo, es algo que uno sostiene de manera innovadora frente a la comunidad científica. Esa parte no la puede hacer una máquina”.

Bustince insiste en que la IA debe entenderse como una herramienta, no como un sustituto del pensamiento humano: “Yo siempre aconsejo lo siguiente: primero lo haces tú, y luego preguntas al chat GPT para completar, no al revés. Si primero preguntas al chat GPT, ya te has bloqueado”.

La IA en la enseñanza

La conversación también aborda el impacto de la IA en el ámbito educativo, en el primer día en el casi 4.000 alumnos navarros se examinan de la PAU. Innerarity advierte sobre la necesidad de formar a los estudiantes en habilidades generales más que en profesiones concretas: “El cambio que va a haber en las habilidades, en las profesiones, en las demandas del mercado laboral, hace que no tenga mucho sentido focalizarse en una salida laboral concreta. Más vale saber tener habilidades generales que empeñarse en algo que tenga una salida”.

Ambos expertos coinciden en la necesidad de una regulación clara y eficaz. Innerarity recuerda que “la Ley de Inteligencia Artificial Europea deja claro que no todo el mundo está capacitado para utilizar determinados programas. El riesgo alto no puede estar en manos de cualquiera”.

Finalmente, Innerarity lanza un mensaje a los jóvenes que se enfrentan a la prueba de acceso a la universidad: “Que estén tranquilos y que lo hagan lo mejor posible. Inician una etapa fascinante. Que se dejen sorprender por la realidad, porque el cambio va a ser constante”.

Bustince cierra con una reflexión sobre el poder de los datos: “Quien maneja la inteligencia artificial, realmente está manejando los datos. Y quien maneja los datos, maneja toda la información. Siempre ha sido así, pero ahora es más evidente que nunca”.